Nos hemos quedado dormidos. Hasta las ONCE. Por Dios, estaba tan cansada que ni siquiera recuerdo que la alarma haya sonado o si sonó en absoluto; así no iremos al Palacio de Versailles hoy (what a shame) mientras desayunábamos y nos bañábamos y decidíamos que hacer se hizo la tarde, terminamos yendo al hôtel de los invalidos, donde está la tumba de Napoleón y un museo de la primera y segunda guerra mundial. Son museos súper particulares, están muy conservados y tienen las vestimentas, las armas, vídeos y todo lo referente a como fueron esas épocas para Europa; pero lo más interesante fue cuando terminó la guerra y la alegría era casi contagiable de los vídeos, sobre todo el alivio de que al fin hubiese acabado. Es interesante porque están en lo que era el antiguo hotel, que podía albergar hasta 2000 soldados a la vez. El mausoleo donde está la tumba de Napoleón es inmeeeeeeeeenso e increíblemente glamuroso, fue construido por el Rey del Sol, que también está enterrado allí.
Nos fuimos al panteón, el cual encontramos abierto y pudimos entrar (al fin) es una estructura inmensa y las paredes tienen pinturas que narran historias continuas, las cúpulas son hermosas e increíblemente altas, tiene un altar casi tan grande como el que está en la Catedral de San Pedro en el Vaticano (la idea del autor era competir con esa iglesia) también tiene una cripta, que está dedicada a los grandes hombres de la Francia, allí están los restos de Madame Curie y su esposo, Voltaire, Victor Hugo, entre muchos otros escritores, filósofos y pensadores.
Regresamos al hotel y preparamos nuestra comida (así no es tan rico comer) con la idea de ir a la torre esa noche en bicicleta. Frente al hotel hay un parque que siempre habíamos visto vacío, pero como hoy regresamos temprano pudimos ver como 100 niños riendo y jugando, fue una cuchitura. Ya cuando íbamos a salir y hacer lo de las bicis (hay estaciones de bicis por toda la ciudad) nos dimos cuenta que hay que tener una tarjeta para poder usarlas. Así que no pudimos hacerlo. Igual caminamos hacia allá caminando, está vez nos quedamos en los jardines de Trocadero, donde hay unas fuentes muy potentes que se encienden al mismo tiempo de la torre y con el viento te mojan y awww que hermoso. Aunque la torre la encienden como 10minutos. Hemos visto asiáticas por todos lados con sus vestidos de novia haciéndose fotos y esta noche no fue la excepción. También vimos a un chico pidiéndole matrimonio a su novia, con la torre encendida, de rodillas y <333333 nos quedamos un rato en los jardines y regresamos caminando al hotel. Ha sido el día más relajado que hemos tenido desde que llegamos a París y ya mañana nos vamos a Bruselas, así que llegamos recogiendo las maletas.
PD: no les mencioné mi pésimo humor por no ir al Palacio de Versailles.
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