11 oct 2013

¿Por qué... Gossip Girl?

Pensé que lloraría cuando Gossip Girl acabara. Pero no fue así.

La verdad, nunca había pensado en lo mucho que me gustaba esta serie hasta que vi el último capítulo y supe que la podría ver completa de nuevo o que cada vez que repetían un capítulo podía mirarlo y reír con las cosas que me habían hecho reír las otras mil veces que lo había visto.

Estaba en noveno grado cuando comenzó la serie y ellos también lo estaban. Eran una cuerda de niños ricos que se metían en las situaciones más locas y bastante imposibles que podías pensar y aun así lograban salir de ellas fuera por sus encantos, su dinero o sus padres. Pasaron por el primer amor y el engaño del segundo. O del segundo siendo siempre el primero. Se enfrentaron a sus padres y regresaron con la cola entre las piernas, comieron, bebieron y abusaron de todo para luego arrepentirse - o para nunca hacerlo - tuvieron que elegir a qué Universidad irían y si sus vidas serían lo que ellos querían. Ninguno de ellos terminó de comenzar la Universidad y aun así llegaron a ser y tener todo lo que alguna vez quisieron mientras yo sigo estudiando.

¿Por qué ver Gossip Girl? ¿Por qué tuvo tanto impacto? Creo que fue porque todos tenemos ese placer oculto de ver lo que hacen los realmente ricos con sus vidas, como todo parece resultarles y que siempre consigan salirse con la suya, porque pueden meterse en cualquier cantidad de problemas y nunca sobra el drama y ¿A quien no le gusta el drama ajeno? Personalmente creo que la serie está perfectamente estructura y que tiene todos los componentes maravillosamente balanceados para que aquel que la sintoniza no se aburra: tiene drama, pero no es una novela; es divertida y te hace reír, pero no es una comedia; tiene momentos de tristeza y que te hacen llorar a moco suelto pero no es una tragedia; tiene moda, pero no te sientes en un reallity show; tiene misterio para mantenerte atento y queriendo saber todos los secretos, pero no es suspenso como tal. Es la perfecta combinación de todas ellas. Además, es en Nueva York, quienes son de allí lo valoran, quienes lo han visitado lo aman y quienes no han tenido la oportunidad sueñan con ir. Creo que fue una serie bastante exitosa no porque todos tengamos el placer culposo que menciono anteriormente, sino porque a pesar de que ellos parecen todo el dinero del mundo con 16 años, parecen pasar por lo mismo que pasas tú (en distintas escalas, ok) y que de alguna forma ellos hacen lo que muchos no nos atrevemos a hacer y nos dan (o dieron) fuerza para hacerlo.

La singularidad de los personajes también hace única a la serie, los cinco protagonistas (a mi juicio: Blair, Serena, Chuck, Nathaniel y Daniel) son contrarios e iguales al mismo tiempo, tienen chispa, son inteligentes y hacen referencias a la literatura y a la vida actual; comenzando siendo extremos de sus personalidades pero a medida de que avanza la serie te muestran lo que pasa en la vida: puedes estar muy fijado a ser algo pero con el paso del tiempo eso se va atenuando y solo queda la esencia. Eso eres tú. Yo adoro a Blair, siempre pensé en ella como un hermoso modelo a seguir y, con el final de temporada, no puedo decir que eso haya cambiado. Serena siempre me pareció muy sobrevalorada. Me gustaba el personaje de Dan las primeras temporadas, pero cuando empezaron a tergiversarlo fue mucho para mí. Nate siempre fue el amor de mi vida, el chico de mis ojos. Y, jamás pensé que lo diría, pero creo que terminé amando a Chuck en contra de todas las probabilidades. En algún punto de la serie me enamoré de cada uno de los personajes de la misma, e incluso a la vez de varios, y a medida de que cambiaban y crecían todo parecía tener más sentido (Pueden ver su evolución en las fotos de abajo)

Crecí viendo Gossip Girl - bien, quizás no crecí, pero al menos estuvo bastante presente en mi proceso de maduración y en ciertas etapas que se compaginaban con lo que estaban viviendo ellos - y creo que con su final de temporada hay un ciclo de mi vida que se ha cerrado. For good Creo que lo más sorprendente de todo fue ver como poco a poco ellos iban creciendo y orientándose a ser lo que querían ser, la determinación que tenían en ser alguien propio y no lo que todos habían planeado para ellos, de ser una marca relevante en un mundo de marcas, de ser feliz haciendo lo que amas y con quien amas; la valentía con la que se enfrentaban a cada reto, la perseverancia cuando pensaban que no podían caer más bajo pero que les decía que siempre se tienen que levantar. La viveza y la astucia con la que eran capaces de manejar cualquier situación. Porque no solo eran grandes personajes por separado, sino que hacían un todo perfecto donde cada uno completaba al otro incluso cuando fuera él quien le hubiera quitado la pieza.

De esta serie aprendí que no es lo que todos esperan que hagas, sino lo que realmente quieras hacer tú y lo que estés dispuesto a hacer para lograrlo, pero también me enseñó que demostrarle y hacerle entender a todas esas personas que esperan algo de ti será incluso más difícil que llegar a la meta. Puedes tenerlo todo, pero todo puede irse en algún momento, lo único que te quedará es aquello -y aquellos- que estén resguardados en tu corazón.

Me enseñó que a veces puedes esperar toda una vida por algo, pero valdrá tanto la pena cuando llegue porque simplemente eras feliz esperándolo. Hay muchas maneras de llegar a la gente y muchas maneras de obtener las cosas que quieres, pero siempre tienes que tener en cuenta que todo lo que haces vendrá por ti después, para bien o para mal. Puedes parecer la persona más segura, inteligente y hermosa del mundo, pero siempre tendrás inseguridades que creerás que solo otros podrán llenar, pero que solo serás tu quien lo haga con la referencia de otros, otros que no sean otros que aquellos que te aman sin importar qué; y que esos que siempre han estado allí para ti, a pesar de que te hagan cosas odiosas y puedas odiarlos por un tiempo, siempre estarán allí para ti porque son los únicos que te conocen por quien eres, quizás podrás pretender ser alguien más, pero ellos siempre sabrán.

También me enseñó que nunca debes cambiar lo que eres para ser aceptados por otros, siempre habrá alguien (es) que son exactamente para ti, y nadie te querrá si no eres tu, porque las máscaras fallan en algún momento. Que debes probar de todo y disfrutar - sin culpas. Sin importar cuanto trates de desafiar e independizarte de tus padres, ellos siempre van a estar allí simplemente para recoger tus pedazos o para hacer que te revuelques sobre ellos. Que las únicas barreras que nos alejan de algo son las que ponemos nosotros mismos y que con una buena actitud y sin voz temblorosa puedes convencer a cualquiera de que realmente sabes lo que estás haciendo.

Muchas veces podrás querer regresar a lo que considerabas eran tiempos mejores, simplemente por la comodidad que te ofrecía y que ya sabías que todo iba a salir bien, pero siempre es importante recordar que los tiempos pasan y las etapas se queman en contra de nuestra voluntad, es mejor enfocarte en tu ahora y dejar el pasado como un bonito lugar para pasear. El amor puede resolverlo todo -si existe de verdad. Los secretos siempre salen a la luz y siempre, siempre, hay alguien buscando. Que a veces eso con lo que has soñado toda tu vida puede ser realmente algo que no querías... O que no necesitas. La venganza puede ser realmente divertida, pero siempre habrá alguien queriendo vengarse de ti y que la lealtad es difícil de encontrar, pero es bien recompenzada.

La verdad duele en tantos sentidos solo porque a nadie le gusta verse expuesto, y dolerá aun más si viene de alguien a quien queremos. Siempre van a haber problemas, del tamaño del Upper East Side o de un anillo de Tiffany's. Creer en algo solo te da más fuerzas para conseguirlo. No tienes que renunciar a aquello que no quieres y si crees que alguien te puede obligar, es porque no lo quieres that badly. Nunca sabrás todas las veces que te han manipulado... Y es imposible que cuentes todas aquellas situaciones en las que manipulaste.

Creo que más que todo me enseñó a confiar y a tener fe en mi misma, en que en mi reside el poder para cambiar las cosas y para hacer lo que quiera, que conmigo basta, pero que los demás simplemente hacen la vista más hermosa. Y que una chica puede hacerlo todo, incluso usando TACONES.

Gossip Girl me enseñó a decir adiós porque todo en la vida acaba y a estar agradecida por todo lo que tengo - y no tengo - porque no hay mejor lugar que en el que estás ahorita, y no hay mejor vida para vivir que la tuya.

Fuera de todo lo que se lee como auto-ayuda, realmente estoy agradecida por esta serie que formó -y me inspiró muchas veces- parte de seis años de mi vida. Y por el maravilloso desenlace que tuvo.

Season 1
Season 2
Season 3
Season 4
Season 5
Season 6

6 oct 2013

Miedo.

- Jamás me había puesto a pensar en el mundo tan terrorífico en el que vivimos - dije mientras veía por la ventana del carro, no pude ver tu expresión, pero sonabas bastante intrigado.

- ¿Ah? - fue lo único que alcanzaste a decir.

- No solo tienes que temer que te maten en la calle porque te van a robar o porque te alcance una bala perdida. No solo tienes que temer que hayan seres potencialmente superiores que vengan a conquistarnos. No solo tienes que temer que algunos científicos locos estén fabricando un virus para purgar a la humanidad de los humanos. No solo tienes que temer que de un día para otro explote una guerra química o nuclear. No solo tienes que temer que el calentamiento global aumenta cada día. No solo tienes que temer que la superpoblación cada día agota nuestros recursos no renovables. No solo tienes que temer que quizás tus nietos no puedan tomar tanta agua como lo haces tú. No solo tienes que temer que los gobiernos cada día se hacen más inestable. No solo tienes que temer que un día el gran colisionador de hadrones del CERN explote y nos lleve a todos a un gran agujero negro. O te atropelle un carro. O te secuestren. O te coma un tigre.

Reíste ante mi última expresión histérica y te quedaste callado viendo la vía, meditando mis palabras, por lo que yo seguí.

- Son tiempos en los que no solo te tienes que preocupar por tu vida, por tu ciudad, tu estado, tu país, tu continente y el mundo. Y todos parecemos ajenos a eso. Cada vez hay más enfermedades extrañas, cada vez hay menos curas y más investigación, cada vez hay más políticas inútiles y procesos burocráticos que distraen de los problemas más vitales: seguir vivos a largo plazo. ¿Cuanta razón tienen aquellos que profesan que la ignorancia es una bendición? No sé, pero en estos momentos me gustaría que todos estuviésemos al tanto de esto.

Volteé a verte, pues quedarte callado no es una de tus cualidades más notables y me encontré con que me mirabas fijamente aprovechando la luz roja del semáforo. También tomaste mi mano y con ella me aferraste al mundo.

- Si, es un mundo aterrador. Si, existe la posibilidad de que todo eso que dijiste ocurra, con mucha mala suerte puede que todo a la vez. Pero también es cierto que puede no ocurrir - sonreíste de manera calma y sentí mis ojos humedecerse - eso es lo bueno de las probabilidades. No porque el mundo pareciera estar dirigido hacia una auto-destrucción quiere decir que te vas a limitar a vivir, pensando en cosas que no puedes solucionar, cargando ansiedades que solo te preocupan a ti, que solo te afectan a ti. No por miedo a equivocarte, vas a dejar de intentar. No quiero que renuncies a la vida que se te ha ofrecido, no quiero que te estés preocupando por el mundo del mañana a pesar de que es escalofriante, no quiero verte siempre frunciendo el entrecejo porque esta pudiese ser la última noche de paz que tenemos.

Hiciste una pausa y volviste a la carretera.

- Te quiero ver feliz, disfrutando del día a día, de las experiencias y momentos que los rodean, porque ellos también se van rápido. Te quiero ver lograr todos tus sueños y proponerte más, no quiero que se te acaben los sueños nunca. Ni la esperanza... Aunque el futuro suene tan desesperanzador.

Al ver que no dije nada, agregaste.

- Y si no puedes olvidarte de todas esas posibilidades - sonreí sabiendo que decías eso porque me conoces - te pido que vivas un día a la vez, sin temer a hacer planes para el mañana; ya verás como se aligera la carga.

- Tengo miedo - dije después de lo que pareció una eternidad - y odio estar asustada.

- Lo sé - dijiste tranquilamente - por eso tienes que vivir. La vida le gana al miedo. Además, piensa en que, de una u otra forma, por extraterrestres furiosos, pandemias apocalipticas o tigres hambrientos, en algún momento nuestro tiempo en este espacio se acaba.

- Le temo a la muerte.

- Todos tenemos miedo de los finales, pero tenemos más miedo de equivocarnos en las decisiones que nos acerquen a él, porque nadie quiere ver un final por su culpa.