18 nov 2015

Semestre X - Finalizado *Et c'est fini*

Como buena analista conductual que soy, debo reconocer que estoy en un proceso de evitación con este post, ya que incluso antes de que pensara en hacerlo no quería hacerlo.

Pero ha llegado el momento. Después de ir a la Escuela hace dos semanas y ver como ocurría el proceso de inscripción sin mí (aunque yo tenía al menos cuatro años participando) y que ni siquiera me enterara y que el mundo no se cayó, me di cuenta que la vida puede seguir igual de funcional aunque no estés tú con tus superpoderes de coordinación para manejarla. Quién diría que todos somos tan prescindibles tú siempre lo dices, tonta.

En fin, cuando superé esa pequeña depresión - vamos, ¿Quién no quiere que lo extrañen un poquito? - Me dediqué a empezar este post, justamente el 08/10/2015, solo que lo abandoné... Otra vez. Hasta hoy.

Quedan menos de cuatro semanas para mi graduación como Licenciada en Psicología de la Universidad Central de Venezuela y después que superé el pánico de salir de allí, ahora estoy muy emocionada -y también tengo un poco de pánico por caerme frente a las dos mil y pico de personas- tan emocionada que iba a saltar este post e ir derechito a la graduación, pero no. Mi TOC puede más que eso.

En lo que siento yo fue hace una vida, cursé cinco materias en mi último semestre en la Universidad, en la mención Psicología Clínica. La primera de ellas fue Prácticas Clínicas, donde tuve la oportunidad de volver con mi profesora inicial y fue lo máximo; además que mi grupo era uno de los más pequeños y cool así que no teníamos que escuchar tantos casos como los demás -pero de alguna manera nos tomábamos el mismo tiempo- mis pacientes fueron geniales también, esta vez fueron cuatro casos y seis pacientes. Si, tenía dos casos de pareja y dos niños; #Confesión me gustaron ambas vertientes, quién sabe, quizás termine viendo adultos. Un #FunFact que disfruté bastante fue la experiencia de explicarle a los chicos de los semestres más bajos por qué se hacían las cosas de determinada manera y por qué no. El FunFact va para mí que siempre intento explicar cosas complicadas con manzanitas y la gente se pierde más que si lo hubiese explicado de la manera complicada.

Otra de las materias era Rehabilitación que fue la peor cosa del semestre: última materia teórica + un lunes, de 5.30 a 7 + un profesor terrible = la peor ecuación del mundo. ¿Que si aprendí algo? Si, claro, siempre aprendo algo. Como el modelo explicativo de la psicología de la Salud, lo mucho que necesitamos que la psicología sea interdisciplinaria, cómo tratar las discapacidades, cómo tratar niños en ambientes hospitalizados... Y un montón de cosas que de alguna forma ya había visto un poco en otras materias. Quizás era que mi tesis estaba medio implícita con algunas cosas. Quizás no. Las evaluaciones fueron extrañas, eran sencillas pero las querían hacer ver complicadas (?

Seguimos con Servicio Comunitario el cual consistía en un informe del mal que me tomó la vida para hacer y entregar, pero cuando me decidí, lo terminé y se lo envié a la comisión todo estuvo más que bien, lo cual era un alivio porque sin eso no podía defender mi tesis y mucho menos graduarme. Así que yey.

Mis Pasantías Institucionales las hice en el Hospital Cardiológico Infantil Lationamericano, donde no solo aprendí a tratar con niños y adolescentes en ambientes hospitalizados, sino a mejorar eso para ellos. Además, fue una experiencia genial con un maravilloso grupo de trabajo que estaba ansioso por enseñarme; teníamos días para jugar pin-pong, hacer yoga, comer donas o tortas y las máquinas expendedoras estaban literalmente a la vuelta de la esquina. Pude ver quirófanos, niños en terapia intensiva, comunicarle a unos padres que su hijo no había sobrevivido, decirles que habían superado la cirugía con éxito... Fue un sube y baja, muchas partes buenas y otras que contribuyeron a mi crecimiento profesional y a mi sensibilización como persona. Si supervisora era lo máximo, también.

Por último, está mi Trabajo Especial de Grado o Tesis. Ya les había comentado que era sobre niños hospitalizados así que fue lógico que la aplicara en donde hice mis pasantías, todo iba genial: la elaboración del trabajo estaba en marcha, nuestra tutora estaba encantada con nuestro trabajo, después de mucho buscar habíamos encontrado como medir y dónde aplicar y mi compañero y yo seguíamos en la misma página... Hasta que no lo estuvimos. Y entré en pánico. Después de que nos faltaban dos pasitos para finiquitar la tesis, tuvimos un problema enorme que nos retrasó casi un mes para la presentación.

Y no era solo eso, la Escuela y Control de Estudios estaban presionando con las fechas. Yo había planeado mi vida para terminar en Julio, él contemplaba la opción de presentar en Septiembre. Así que me puse como loca e hice correr a mi tutora, a mi compañero y a mí misma poniendo una cantidad enorme de presión sobre todos y trabajando incansablemente hasta que el trabajo estuvo terminado, la presentación hecha y los jueces solicitados. Nuestra tesis no solo fue aprobada, sino que obtuvimos los reconocimientos más altos que se le pueden dar, acá lo que dice el veredicto:

Constituye una investigación pionera en el contexto hospitalario por su relevancia social, valor clínico y heurístico. Apoya, además, sensiblemente el interés en el área y ofrece la posibilidad del desarrollo de nuevos proyectos orientados a la exploración de otros factores y variables inherentes al ámbito estudiado. El jurado de manera unánime le otorga la calificación de SOBRESALIENTE y recomienda la Mención Publicación.

Sip, estoy tan increíblemente orgullosa de mi bebé. Casi me hace olvidar todo el drama, lágrimas y molestias que tuvo involucrado.

Como a estas alturas ya sabrán, jamás me puedo quedar quieta. Así que este semestre mis actividades extra-curriculares también estuvieron muy ocupadas: mi equipo de fútbol ganó los juegos nacionales de Escuelas de Psicología, junto a cuatro amigas planeamos un evento que tuvo impacto nacional sobre lo que se está haciendo en Psicología en el país, tuvimos patrocinantes grandes y el evento fue un éxito total; se llamó Convención de Psicólogos: Aplicaciones del Siglo XIX y fue un evento pro-fondos para la Escuela, terminamos recaudando más de 100.000bs.

Como tradición de los alumnos que están próximos a graduarse, bailan tambores, así que también organicé eso. Por no mencionar todas las salidas con mis amigos, el aprendizaje, las participaciones en reuniones importantes con gente importante, hostigar a los representantes estudiantiles porque no querían dejar que entráramos a la graduación de Noviembre, de reunirme a hacer tesis más veces con mis amigos que con mi compañero, de hacer la cartelera con la cuenta regresiva para el último día de clases, de guiar nuevamente a los próximos estudiantes de la U en sus pasillos, de tener al fin mi birrete de foami, de escaparme de clases para ir a un cumple, mi trabajo como pasante en el Servicio de Psicología, las tardes en los pasillos, de ir a la graduación de algunas amigas sabiendo que la tuya es la próxima, de monopolizar el mundo, tener una compañera de crímenes, pasar casi ocho horas sentadas en un café, casi que comprar acciones en el café porque nos la pasábamos allí metidas, palabras hermosas del Director de mi Escuela justo cuando salí de mi defensa de tesis sobre lo orgulloso que está de mí y cuánto le alegraba que hubiese personas como yo que se preocupan por la Escuela, sus agradecimientos por todo lo que hicimos mientras estuvimos ocupando esos espacios, su tristeza porque nos vamos...

En fin. Parece que los lunes de donas que han llegado a su fin, que ya no va a haber corridas de futbolistas por los pasillos, que no veré los pasillos de mi Universidad por las noches, que no iré más al zoológico de contacto, nada de comprar pastelitos y batidos de fresa en Ingeniería, no más dormir en tierra de nadie ni pasear en tierra cubierta, no más caminar los pasillos que han sido mi casa por los últimos cinco años de mi vida.

Porque desde Mitaquerí a la piscina, la UCV seguirá siendo mía.

- Sin importar que me gradúe-

PD: Acá un montón de fotos de lo que este semestre fue para mí.

Cosas por hacer.
Con el barbudo de Juan.
Las cosas más bonita de mamá.



Graduación.
Con la cuchu bajo las nubes.
Los pa' la joda y la cartelera. 
Sesión de Tesis.
Otra sesión de tesis.
Si, más tesis.
Planeando la convención
Compañeras de crimen
Y más tesis.
Adicta a los calendarios.

Estudiando / Tesis / Café

Equipo Prueba Interna




Amarillo.
Último día de clases.
Lcd



Soy importante.
Nuestro super pendón.
Yep, teníamos mercancía

Día de éxitos.

En los Juegos Nacionales de Psicología.

Cuenta para los tambores.

Pa la joda en los tambores.

Con mamá.

Mi familia.





Futuros psicólogos.

Chicas convención.

Día de tesis.

<3 i="">
:D
El Director de mi Escuela.

Con nuestra super tutora.

Nuestros padrinos y los graduandos.

TEDxUCV


¡Felicidades!


8 nov 2015

Despertar.

Verte despertar se ha vuelto mi nuevo juego favorito de las mañanas. Aparte del desayuno, es lo que más me gusta de ellas.

Puede ser ese momento en la cama, con nada de espacio entre los dos, con tu mano mano laxa sobre mi vientre. Tomo una respiración y de repente sé que justo ha dejado de llover, el aire está fresco y ligero y tú te acurrucas más. Entrelazo nuestros dedos. Dibujas sobre la palma de mi mano. Dejo que tu cabello me haga cosquillas en la cara cuando por fin despiertas y te acercas para darme un beso en la mejilla mientras sonrío.

O cuando me pierdo en la cama en el medio de la noche, solo para luego girar durante un sueño y encontrarte allí, que mi brazo se deslice por tu pecho y mi mano asegure los latidos de tu corazón; entonces aunque no esté plenamente en este mundo, sonrió, porque todo va bien.

Aunque también soy fanática de perseguir el reloj la primera vez que suena algunas mañanas, sobre todo si sé que no tienes que levantarte temprano. Entonces me escabullo de mi lado de la cama, soy lo más delicada que puedo con tu brazo o tu pierna, te doy un beso de mariposa en la frente y salgo de la cálida burbuja de felicidad. Esa parte no me gusta. Pero luego simplemente estás allí, desplomado y revuelto entre las sábanas, con respiración pesada y cara completamente plácida. Y sonrío todo el camino al baño porque sé que te dejo en un mundo de paz del que yo formo parte. Y es que aunque tenga de dejarte al despertar, siempre regreso a ti.

¿Sabes cuántas veces me has asustado por despertar repentinamente? Incluso después de leer aquella noticia de que eso pasa porque tus signos vitales están muy bajos y tu cerebro envía una señal a todo tu cuerpo para que se active, no me parece algo divertido. Lo lindo es que cuando pasa te volteas y me sostienes más cerca y más fuerte entre tus brazos y ¿Cómo no ser feliz allí?

O cuando me despiertas porque quiero ignorar el despertador y te gruño y me volteo y persistes para que me levante. Incluso cuando me dejas cinco minutos más y ya tú estás listo y con el desayuno hecho. Porque toda mi vida había pensado que los comienzos del día eran tediosos.

Ahora siempre es diferente.


Y acerca de eso son mis mañanas.