6 sept 2013

Día 2 - Oh la la

¿Ver el amanecer sobre París? Check. Después del agotador día de ayer y que mi alarma sonara a las 07am y solo yo me levantara no puedo decir que sea una gran cosa. Y los atardeceres tampoco (aunque anochezca a las nueve de la noche) levanté a mis padres y a mi hermana ya que hoy iríamos a la torre temprano para que nos rindiera el día y la cosa, pero ellos se dieron media vuelta y siguieron durmiendo. Bueno, yo hice lo mismo. Ya al rato mi madre se levantó alterada pensando en lo tarde que era (tan solo las 9), nos arreglamos y salimos. Si algo tengo que decir sobre el clima es lo fresco que es en las mañanas, hace un frío divino para caminar y desperezarte (ajá, si) fuimos a Starbucks por un café y nos dirigimos hacia la torre.

Debo decir que es más grande de lo que pensaba y que la cola avanza rapidísisisisisisimo, al menos la del ascensor, la de las escaleras nunca tiene cola (no puedo imaginar por qué). La idea de estar atrapada en un ascensor con muchos europeos no me parecía algo bueno, pero resultó que todo está bien ventilado y nada ocurrió :D durante la cola había una señora que había llevado a sus niñas al baño y cuando regresó la abuela (que se había quedado en la cola) ya había avanzado casi hasta la taquilla y la señora le dijo al guardia que la dejara pasar y él y no hablaba inglés y la señora le gritaba y movía la cabeza y *sigh* fue divertido de ver. Ya para subir a la torre te meten por una de las patas donde esperas el ascensor que sube verticalmente, dándote una preciosa vista que algún alemán te tapará. Llegamos al primer piso y le dimos una rápida ojeada, habían unos italianos gritones de los que todo el mundo huía; el primer piso es mucho más grande que el superior y permite una vista más de los edificios y la ciudad, allí están las boutiques y tiendas para comer. Y luego subes.

Toca agarrar otro ascensor para llegar a la cima de la torre, este si es completamente vertical, y donde sientes cambiar la presión del aire. Luego recuerdas que estás a 324m sobre la tierra y comprendes todo. Desde allá se podía ver todo, desde la puerta de "La Defense" hasta el "Sacré cour", el Arco del Triunfo, el Panteón y todo, todo parecía de juguete también. Arriba hay un bar de Champagne, donde por solo 80€ puedes disfrutar de una copa burbujeante (yo creo que te cobran hasta la altura) también hay miradores con demasiado aumento. En la sala donde está el ascensor también están las torres más altas de la tierra y su comparación con la torre Eiffel ¡Y están las torres de Parque Central, de Caracas! Me dio mucha emoción verlas allí, con nuestra bandera, en un monumento que es visitado por más de 50000 turistas al año.

Al bajar caminamos por el Parc du Champ de Mars y nos tomamos las mil fotos cliché, también aproveché para sacar mis zapatillas de ballet y hacer unas tomas. Después de cien intentos y la paciencia infinita de mi padre, logré la foto que quería (la subo luego) y nos fuimos a comer unas crêpes (que sabían a papel y las hicieron unos italianos) y nos pusimos en marcha para ir a las catacumbas porque era lo que cerraba más temprano y ya eran las dos de la tarde.

Una hora en metro después, llegamos a la estación donde encontraríamos las catacumbas, sin embargo, no se veían en ninguna parte; debíamos tener tanta cara de perdidos que una señora se me acercó y me indicó por donde. Menos mal. Al llegar, había cola por supuesto, un guardia se nos acercó y nos dijo que quizás no entráramos porque estaban a una hora de cerrar, decidimos esperar a ver como nos iba, hacia un día hermoso y fresco mientras estabas en la sombra porque el sol era achicharrante. Antonieta se puso a cantar una canción en francés y un señor se puso a hablarme en francés, sorprendentemente le entendí todo. Era de Canadá yyyy no sabía donde quedaba venezuela, nos preguntó que qué estábamos cantando y quien la cantaba, que cuanto habíamos durado para llegar a Francia y si era nuestra primera vez, luego llegó el hijo y hablaba un francés muy extraño y a él le entendí tan poco que fue depresivo. Cuando estábamos llegando al principio de la cola y quedaban cinco minutos para el cierre: llegaron como veinte alemanes que estaban con un chamo que les estaba haciendo la cola D: por suerte logramos entrar, justo en la raya.

Las catacumbas son la cosa más mórbida que he visto nunca. Son paredes de huesos y calaveras reales (de viejos cementerios y otras cosas) con citas en mármol de la gente que ha hablado sobre la muerte. Incluso había un corazón de calaveras sobre una pared de huesos que al verlo me exalte y empecé a hablar más alto y un guardia me mandó a callar y me dijo que respetara. Las citas que más me gustaron (y las que entendí completamente) fueron: "Ahora que has conocido la muerte, sal y disfruta cada día de tu vida" y "No conozcas la muerte para tener la dicha de seguir vivo" pero de verdad no sería una experiencia que repetiría. Y es taaaaaaaaan abajo y oscuro, tienes que bajar como cien escaleras de caracol y luego caminar por corredores oscuros y no aptos para alemanes (son muy bajitos los pasillos). Para salir también subes escaleras y sales en una calle como a diez cuadras de la estación por donde llegaste ye te recibe una tiendita donde venden postales con las frases o con las fotos de los pasillos. Creeeeepy.

Terminados allí, nos fuimos al Sacré Cour, que tan solo estar en el metro puso a mi mamá nerviosa porque había mucha gente "fea" (increíble la cantidad de prejuicios que todavía existen contra la raza negra) llegados allí nos encontramos con un chorro de escaleras que daban con la catedral, como si no estuviésemos cansados, las subimos y nos degustamos con la maravillosa que te ofrece la colina y después de esa subida vale la pena. La catedral es inmensa y muy preciosa, pero sobretodo inmensa, el Sagrado Corazón de Jesús que se ve al entrar es toda una obra de arte y en gradisisisisisisisimo. Al salir tienes otra colina con unos jardines desde donde se puede apreciar la iglesia y donde hay muchas tiendas para comprar cosas ¿Un error? Se nos olvido visitar la calle del teatro. Ups.

Ya estábamos medio muertos y bastante cansados, pero aun no oscurecía y yo estaba empeñada en ir al arco del triunfo. Así que tomamos el metro una vez más, mientras nos aproximábamos se montaron dos chamos y dos chicas al metro, uno de ellos le pegaba a una de ellas y el otro se reía, y le pegaba bien fuerte. Al principio pensé que no se conocían pero luego me di cuenta que el chico le pegaba cuando ella se tocaba la nariz. Y la pobre tenía alergia. Nadie hacia nada, cada quien a su cosa, por suerte se bajaron y nosotros llegamos tranquilamente al arco, que también es inmenso, pero antes de subir decidimos comer; entramos a un bistró y mi padre se fue al baño, al leer la carta nos dimos cuenta que no tenían platos fuertes así que mi padre salió y nos fuimos. Y el señor nos armó tremendo rollo por usar su baño y no comer allí. Consejo: NO HAGAN ESO. Yo ya estaba tan cansada que ni siquiera quise entender todo lo que dijo.

En la avenida que da al arco del triunfo convergen cinco grandes avenidas (incluidas la de les Champs Elysées) y también se sube por escaleras, arriba hay un hall donde está la historia y una tienda, luego terminas de subir y encuentras la terraza desde donde se puede ver gran parte de París, subimos justo al atardecer así que logramos ver la torre encendida y la puesta de sol sobre la porte de la Defense. Al bajar (mis padres nos esperaron porque estaban muy cansados) los encontramos sentados al lado de un par de italianos que no nos quitaban los ojos de encima y se reían de las payasadas que hacíamos mi hermana y yo que intentábamos tomarnos fotos (me he acostado en todos los monumentos que he visitado, por cierto) después de un rato allí nos fuimos y los chicos se despidieron y <333

Para terminar la noche, caminamos por la gran Avenida de Des Champs Elysées y vimos las grandes tiendas y distintos shows callejeros. Terminamos llegando al hotel pasada la medianoche y completamente cansados

Y mañana a Disney.









No hay comentarios:

Publicar un comentario