Inclinas tu cuerpo sobre el mío, siempre más alto y grueso que yo, tu perfume se cierne sobre mi como una nube, haciendo que pierda el hilo de mis pensamientos una vez más; acercas tus labios a mi mejilla y los presionas con una dulzura y delicadeza poco propias de ti.
- Hola ¿Como estás? - algo que suena como mi voz parece decir estas palabras.
- Bien, gracias.
Me sonríes con los labios formando una media luna y luego te das vuelta y te vas. Ahora es cuando noto que estás impecablemente vestido en ropa informa, unos jeans desgastados y una camisa blanca con rayas azul
cielo presionan contra tus músculos que quieren libertad. Espero unos segundos por aquello que buscaba - que definitivamente no era este encuentro tortuoso - y camino por donde lo hacías tu hace un minuto, tu cuerpo musculoso aparece de nuevo ante mi, estás acorralado por chiquillas que gritan tu nombre y te dicen cosas que no puedo oír. Con una sonrisa tímida me buscas entre la multitud hasta que das conmigo, me señalas y sonríes de forma abierta para mi. Mi corazón da un vuelco, la sonrisa que nunca consideré agraciada me derrite el alma y se lleva las barreras que había construido contra ti, quedo vulnerable bajo tu mirada. Sin embargo, logró sonreír de vuelta y seguir caminando, tus ojos grises fijos en mi espalda, no los veo, pero los siento. Subo las escaleras con naturalidad, como si el destino no me hubiese montado una trampa con el chico que siempre quise pero que me despreció, oculto todo el temor y el nerviosismo detrás de una impecable máscara que juega a ser mi cara, refleja una sonrisa que dice "confío en mi misma más de lo que tu confías en ti" - algo que se vuelve inestable si estás en mi presencia, pues nublas mi mente y atrofias mis sentidos -. Salgo de tu campo visual y la taquicardia se hace más presente, logro llegar a mi asiento y cuando me llaman la atención todos voltean a verme, la sangre huye de mi cara y mis lágrimas se detienen justo antes de llegar a mis ojos, hago una broma tarada que hace reír a todos e intento contar los latidos de mi corazón para tranquilizarme, pero van tan rápido que pronto me desespero y dejo de hacerlo.
Una mano se desliza por detrás de mi hombro y me giro para encontrar a James sentado junto a mi, haciendo una pregunta con sus ojos, su cabello rubio largo contra el mio marrón, que casualmente es el mismo color de... Sacudo mi cabeza y sonrío débilmente mientras veo sus ojos azules como el cielo, calmarse. Nadie me conoce mejor que él y sé que preguntará por esto más tarde, cuando estemos los dos solos. Me relajo contra el brazo de James y me siento protegida y sé que si entraras en estos momentos no me importaría mas nada que James... Sin embargo...
Aún no puedo creer que te haya visto hoy, que no hayas cambiado tan solo un poco en estos cinco meses de tu ausencia, que sigas aterrado con mi presencia y que mi cuerpo todavía reaccione ante ti, aun después de estar con James y de quererlo como lo lo quiero. Aun no puedo creer que hayas vuelto cuando dijiste que jamás lo harías. Esto será un infierno.
Me encanta la forma en que describes las situaciones, *-* esa clase de recuerdoos..! Hehe, está demasiado lindo.
ResponderEliminarJames s amr <3
te amuuU!!!
Éxitos nena [:
¿lo has escrito tu?
ResponderEliminarMe entantó!
:D
muy bueno!!! Te quedó genial... Espero ver más de estos por aquí :P
ResponderEliminarQuedò muy geniial Lale *-*
ResponderEliminarDescribes todo ^.^
y haces sentir que estas dentro de la historia
Te amu :)
Hola
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