El 2014 fue uno de los mejores años que he tenido últimamente, y eso que en su mayoría han sido todos muy genialosos y toda la cosa, fue más o menos de:
Confesiones amorosas de amigos
Amigos que se fueron en busca de un futuro mejor
Cuartos del amor de tu vida
Pijamadas no planeadas
Diarios de la felicidad
Cocinar. MUCHO.
De amores perfectos que luego no lo fueron
De asambleas con sorpresas inesperadas y poco bienvenidas
De marchas, revoluciones, guarimbas y miedos
De fines de semana de perdición y disonancias
De acosadores románticos con palabras dulces
De tardes, noches y mañanas de chicas.
De cumpleaños sorpresas
De mentiras piadosas sobre personajes ficticios
De casi ganarle a papá en bowling
De escapes de pascuas perfectos
De noches estrelladas, luciérnagas y frío
De lugares de película que son tuyos para compartir
De noches infinitas
De pool, neblina e insomnio
De celebraciones por trabajos, becas, por la vida y la amistad
De comida. Mucha comida
De recordar las cosas que amas, que amaste y que siempre amarás
De pequeños pacientes
De salir con príncipes a pasear por muchos lugares sin parar de reír
De familias adoptivas
De fines de semanas inolvidables con mucho fútbol
De llorar de felicidad porque mi equipo favorito ganó su décima copa de Europa
De graduaciones de la personita más pequeña de la casa
De saltar de acantilados, literalmente
De PejeVisitas varias
De estrenar bata y uniforme
De clases donde lo más divertido era estar con tus amigos
De locas psicópatas llamando para reclamar
De idas a la montaña en intentos de ser deportista, pero más para compartir
De ayudar a los que no saben
De jardines con cabras y conejos en la Universidad
De Caracas, mucha Caracas.
De trabajar con niños
De hacer goles incluso cuando tenías años sin jugar
De que reconozcan tu trabajo
De TurismoAventura
De los mejores atardeceres
De tequila, quizás demasiado...
De jugadores de rugby y ron
De dejar ir cosas que nunca pensaste no verías más
De Skype muchas veces al año
De baile, incluso aunque no fuese mío
De muchos aviones y aeropuertos
De hamburguesas monstruos
De trenes, aviones y viajes
De volver a lo que conoces y seguir amándolo
De gente besándose en puentes
De saludar extranjeros como si en verdad te entendieran
De reencuentros
De bielorrusos ofreciendo alcohol en las playas y jugando volleiball
De portugueses pícaros
De lindos italianos
De poses de ballet con las mejores personas
De sorpresas de cumpleaños
De molestar turistas bajando escaleras
De crónicas de Infantil
De tambores
De escapes entre semana [[y muchos fines de semana]]
De niños en la playa que te enseñan a correr olas
De comer, en exceso.
Así que para el año que viene solo pido muchos recuerdos y momentos como éstos, porque es un gran reto. Y como dice mi libro favorito:
No hay comentarios:
Publicar un comentario