15 dic 2014

Amistad.

Creo que mi yo del pasado se sentiría bastante decepcionada de como veo ciertas cosas ahora o por lo menos me miraría feo. Ella era decidida, las cosas eran blanco o negro, solo había una manera de hacer las cosas y era como ella lo decía; de cierta forma la extraño porque siempre tenía la certeza sobre las cosas en las que ella creía y a las cuales se aferraba y defendía. Quizás a ustedes les parezca una tirana [[y de cierta manera lo era]] pero durante mucho tiempo las cosas funcionaron para nosotras y si algo funciona ¿Para que cambiarlo?

Lo que les decía era que ella no estaría de acuerdo conmigo en ciertos aspectos que yo considero ahora, ya que de un momento para acá he aprendido a ver los grises entre el blanco y el negro, ahora todo "depende" de las cosas que influyan, ahora solo sé que las certezas son viles ilusiones y que nada es tan real. Creo que puedo culpar a la Universidad de esto, jamás hubiese ampliado tanto mi visión sino fuera una estudiante universitaria y, más aun, una de la gloriosa UCV.

Una de las cosas más preciosas y preciadas de la vida para mí es la amistad, me parece que es uno de los valores que aun pueden verse y preservarse, que es uno de los vínculos más valiosos entre personas. Durante al menos dieciséis años creí en la promesa del para siempre, en la lealtad, en el servir sin esperar nada a cambio y creía tanto en esos conceptos que pocas veces llamaba a alguien amigo claramente, pero después ya no tenía que ser necesariamente así, empecé a hacer concesiones y excepciones que no me iban mal y todo empezó a cambiar. Comprendí que una de las cosas más preciosas de la amistad es que no depende de que la otra persona sea tu amiga [[por supuesto, muchos necesitan que sea bidireccional]] con que para ti lo sea es suficiente y en cuando aprendas a reconocer esto dejarás de esperar algo de la otra persona y sabrás que tus acciones son completamente desinteresadas porque a su vez contarás con personas que si son eso para ti. Se puede ver como una relación de uno con el otro sin que sea dependiente y que solo existirá en cuanto el otro te reconozca como amigo, de esta manera tu sabrás quienes son tus amigos pero no de quién eres amigo.

Aunque se lea complicado.

Esa era una de las cosas que mi yo del pasado no hubiese aceptado, era casi inconcebible, ya que ella quería que el nivel de sacrificio que ella hacia fuera reconocido e igualado [[y si era un sacrificio ¿Realmente por qué lo hacías?]] para ella solo existía la amistad recíproca y sufría demasiado cuando las cosas no resultaban así, cuando ella hacía algo y no obtenía nada a cambio. Esto, por supuesto, llevaba a que se aferrara mucho de las cosas y cuando ya nos las tenía el sufrimiento era casi insoportable, por lo menos hasta que le daba un par de cachetadas y pudiésemos seguir adelante.

Creo que ahora mi concepto de amistad va más allá y un poco menos a la vez, he aprendido que cuando las personas se quieren ir es necesario que las dejes, por más que te hayan prometido que siempre se iban a quedar o que tú hayas prometido lo mismo, simplemente no puedes estar para alguien que no quiere que estés. También he aprendido a aceptar que muchas veces la vida te incita a separar caminos y que no son siempre obstáculos que debes superar, sino caminos que debes aceptar y eso no significará que estés decepcionando a nadie. Otra cosa es que no tienes que dejar de dar aunque no recibas nada a cambio, siempre y cuando eso te haga feliz y sea respetado, nada de dejar que la gente se aproveche de ti. Aun creo en la nobleza de sentimientos y en la inocencia que lo acompaña, en el siempre estar, en la lealtad y en el sentido de pertenencia que existe en la amistad. También aprendí que aunque algunas no hayan funcionado para ti eso no significa que debas perder la fe o que siempre será así, que el tiempo no es realmente importante, que ni siquiera verle la cara a alguien lo es.

La amistad es poder contar con alguien sin importar el día, la hora o el tema del que le vas a hablar, es poder reír o llorar, es poder decirles cualquier cosa y saber que aunque algunas veces les puedan molestar siempre podrás decírselas, es poder ser tú en tu máximo esplendor, es confiar ciegamente en que esa persona no te va a herir, es que no importa cuanto tiempo puedan tener sin hablarse siempre puedes volver a ellos, es la magia de retomar las cosas justo donde las dejaron la última vez, es recordar las cosas realmente importantes, es estar cómodos en los silencios y hablar hasta por los codos incluso cuando tú no eres así, es no esperar nada a cambio pero igual obtenerlo, es más, mucho más.

Alguien alguna vez dijo que los amigos son la familia que Dios te permitió escoger, pero tu realmente no escoges a tus amigos, simplemente lo eres y lo son para ti.

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