No me agrada que me recuerdes que fue un
error que me gustaras tanto como lo haces.
No me agrada que vivas esperando por algo
que ni siquiera tú sabes.
No me agrada donde estamos. No me agrada no
saber si estamos.
Tú, capitán de lo obvio, te has tenido que
dar cuenta y sin embargo no has hecho nada ¿A caso eso no te hace la peor de
las personas? Sé que te gusta jugar, y no tenía ningún problema con eso, hasta
que decidiste hacerlo conmigo.
¿Lo peor? No entiendo a qué juegas, no
entiendo por qué lo haces. Vives en un laberinto intentando ser el gato y
temiendo ser el ratón, no te das cuenta que solo tú estás atrapado y que nadie
te persigue. Sabía que eras problemas desde el momento
en que te vi. Sabía que esto sería un problema desde que empecé a conocerte; y
es que no entiendo por qué si me abriste todas las ventanas te empeñaste en
cerrar la puerta. No sé qué quieres y muero por preguntarte, pero eres el rey
de los cobardes y huyes. Huyes casi tanto como lo hacía yo cuando me enteré de
esto, buscando salidas que no aparecerán y que no aparecieron.
¿Es que tú crees que fue fácil para mí?
Aceptar que mi curiosidad pudo más que mi sentido de preservación, sabía que
mientras más enterrara el puñal más lastimada quedaría yo. ¿Hacia dónde vas?
Vives caminando de atrás para adelante sin realmente caminar, hablas mucho pero
no dices nada, prometes para olvidar, ilusionas para decepcionar.
Sin embargo, creo que lo pensaste muy bien:
para que nada separe, que nada nos una ¿Por qué dar nombres que traigan
responsabilidades y más? Fui víctima de un cuento que solo yo me supe armar, una
tragedia con sabor a comedia que nadie escuchará jamás.
Mis palabras quedarán ahogadas, tal como
tus actos eran solo para mí, nunca sabrás de mi llanto, como los demás nunca
sabrán que fuimos algo más que dos extraños. Y la cólera que me lleva a
escribir, es la misma cólera que me lleva a callar.
¿Cómo me pude fijar en ti, cuando sé que
merezco mucho más? ¿Cómo pude ver solo lo bueno que hay en ti y pensar que con
eso bastará? Vivimos en mundos distintos y esperamos distintas cosas. Si sigo
aquí lo único que harás es decepcionarme y demostrarme que la realidad no me va
a dar más.
Sí, estoy molesta y tuviste la oportunidad
de hacer algo, pero no lo hiciste como era de esperar. Estoy molesta, pero no
es por ti. Estoy molesta conmigo por esperar tanto de alguien que no sabe cómo
dar más, molesta por pensar que te dabas cuenta de que mis te quiero eran a
cuenta gotas y porque los sentía de verdad, me molesta mi vil imaginación que
siempre soñaba con las cosas que pensé que harías, pero que nunca hiciste. Me
molesta saber tanto de ti y que al final eso no sirva de nada. Me molesta ser
tan ingenua y pensar que todo esto realmente significaba algo, me molesta que
me haya involucrado tanto.
Una vez leí que “aceptamos el amor que
creemos merecer” y creo que merezco más. Mucho más. También creo que tú nunca
serás capaz de dármelo. También creo que aunque no puedo elegir a quien querer
si puedo elegir como quererlo.
No creo que pueda seguir con esto, con este
juego del que nadie me explicó nunca las reglas, te he permitido opinar, te he
permitido hurgar e ir más allá, te he abierto la puerta para que entres y tú lo
que quieres es jugar. Yo no puedo. Yo no soy así. Y cada vez que estoy sola
pienso en cómo me has cambiado, en lo que me has enseñado y en el bien que me
has hecho; pero pienso en lo que quiero y en no saber si tú quieres lo mismo,
pienso en lo que no haces, pienso en lo que no dices, pienso en lo que dices y
como lo dices; y entonces quiero preguntar: porque las
mujeres asumimos mucho y preguntamos poco. Pero luego te miro a los ojos y me
falta valor, se me olvidan las palabras y las preguntas ya parecen contestadas;
porque prefiero quedarme con esto que –no sé- tenemos a perderte.
Sí, me he convertido en esa clase de tonta
conformista que siempre odié.
Y por eso estoy molesta.
Caracas, 27/01/2013
6.43pm.
Es increíble lo mucho que pueden cambiar las cosas en dos horas... En un año.
Ve donde estás hoy e intenta recordar dónde estabas hace un año
¿Puedes hacerlo?
O mejor, ¿Puedes recordar todo lo que pasó en el medio, lo que consiguió que hoy estés aquí?
Yo si, y puedo sonreír mientras lo hago.
Mi vista favorita de esta ciudad. |
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