19 mar 2011

Adiós

Querido CJ,

Esta es una manera poco normal por la cual me dirijo a ti, quiero decirte que lo que teníamos, acabó. Que me cansé del cariño poco convencional al cual llamábamos amor. Me cansé de las miles de noches en las cuales compartíamos charlas profundas hasta el amanecer. Me cansé de los miles de mensajes diarios que me hacían sonreír tontamente. Me cansé de sentir tus labios sobre los míos como terciopelo, de tu cuerpo rozando el mío de esa forma tan sublime que me hace desear más. Que me hacía desear más.

Sin embargo, hoy que te digo adiós, aun recuerdo el día en que te conocí. Aquel día de verano en el cual hacia un calor infernal, el cielo estaba despejado, mostrando un azul que se podía saborear. El viento no soplaba pero sentías su presencia, su impotencia al no poder ejercer. Iba caminando por una de las viejas calles de la ciudad, esas que  aún tienen adoquines, pensando en que lugar sentarme para dibujar, cual sería el mejor lugar para admirar toda la belleza que la vida me brindaba, plasmarla en un lienzo por toda la eternidad. Aun puedo recrearte viniendo hacia mi, corriendo mientras gritabas algo que no podía entender, pensé que no hablabas conmigo y me volteé para seguir, pero un perro enorme se cernía sobre mi para ese momento, saltaste sobre nosotros y en lo que fue un nudo de cuerpos y movimientos quedaste sobre de mi, alcé mi mirada para ver que demonios había pasado y ya no pude separar mis ojos de los tuyos. Oh, CJ, si hubieses visto lo que yo vi en tu mirada, en esos ojos grises que parecen ser plata derretida, espesa y brillante, si hubieses visto ese flash que pasó por tus ojos y llegó a tu corazón. Casi pude sentir como la sangre fluía hacia tus mejillas y le daban color a esas pálidas pecas que son tan imperceptibles y las cuales, después,  conté miles de veces. Tus ojos me identificaron, nuestros cuerpos se reconocieron y nuestras almas se unieron de nuevo, como una sola.

Te levantaste y eras todo modales, tu perro huyó de nuevo, pero eso ya no te importaba. Pasamos por las presentaciones e insististe en comprarme un café, en compensación por estropear mi lienzo; a pesar de que no me gusta el café, acepté. Ahora me rió de ello: dos desconocidos compartiendo algo que no era realmente grato, pero que hizo de un momento cualquiera, un recuerdo inolvidable. Que hizo de un encuentro fortuito, una hermosa jugada del destino.

Meses pasaron y todo era perfección, nos complementábamos a tal punto que nuestros amigos nos preguntaban donde acababa uno y empezaba el otro, por un segundo pensé que esto sería para siempre; que, como en los cuentos de hadas, tendríamos nuestro final feliz. No fue así. Con el tiempo empezaron los problemas, mi familia se negaba a aceptarte y fueron muchas las cosas en las cuales no congeniábamos, a mi no me importaba que tu pasado nauseabundo o que quisieras otras cosas a las que quería yo; me molestó que me exigieras querer las mismas cosas que tu. Me molestó que me cambiaras de tal forma que no llegué a reconocerme.

Hoy ya no puedo más. Me voy de tu vida, cariño. Me voy de la vida que hemos formado juntos y me voy de la ciudad que siempre amé. Me voy porque no puedo seguir luchando contra mi familia por nuestro amor. Me voy porque perdí el concepto de amor. Perdí la inspiración que me brindabas, perdí la pasión por lo que me gustaba, me perdí por quererte a ti.

Espero no creas que esto es fácil para mi, porque a pesar de las razones por las cual me marcho, te sigo amando como desde el primer momento en que nos encontramos, sigo amando tus besos, tus caricias y tus detalles cada semana (Si no son chocolates, son lirios, sino son ninguno de los dos, son los dos). Te sigo amando más que a nada. Solo me he perdido y junto a ti no puedo encontrarme ¿Cómo buscas algo cerca de la persona que te hizo perderlo? ¿Cómo puedes pensar claramente con alguien que con tan solo una mirada nubla tus pensamientos? ¿Cómo me puedo amar a mi, si siento que te amo más a ti?

Más que un adiós, tengo la esperanza de que sea un hasta luego, pero en lo más profundo de mí ser, en los recovecos de mí alma, se que es una esperanza vacía que solo promete sufrimiento por no querer dejarte ir, por mi corazón aferrarse a ti y por esa última visión que tuve de ti, viéndote dormir, tan apacible, en esa cama que tantas noches compartimos, esa cama que fue testigo de lo mucho que nos amamos.

Esta carta es por los lirios que no llegaron, por los besos que faltaron y por tu recuerdo que siempre quedará vivo en mi mente. Adiós, CJ, adiós.


PD: Lamento abandonarlos estas semanas x) las cosas van a un ritmo demasiado rápido para mi gusto, sin embargo les dejo esta nota que escribí para un concurso en el cual no puedo participar, tenía número de caracteres definido así que eso fue lo que salió xD. Tengo varias entradas pensadas [[como la mi experiencia en el concierto de paramore o la de los caminantes]] pero no termino de escribirlas o simplemente no comienzo, espero sepan entender x) nos leemos en un rato, esperemos no sea tanto.

1 comentario:

  1. OOOOKKKK LO AMEEEEEEEEEEEEE!!!!!! ES PFFF te la comisstee laleeee! mi amigaa teniaa q ser ps! ps si tenias el blog en abandono pro no tanto como el mioo! tengo q publicaaar! sera prontiicoo!

    ResponderEliminar