Y entre tantas cosas, finalmente llegó el día.
Pendientes: 0 PD: les presento a mi blusito, estará conmigo conquistando nuevas aventuras (gracias a @paoxgs en instagram) |
Anoche me llegó un correo de mis Pejes con las palabras más bonitas y dulces, incluso con cartas escritas por uno de ellos desde una semana antes, son lo máximo. Me quedé hasta las tres de la mañana hablando con mi hermana quien se quedó a dormir en mi cuarto [[y me hizo llorar, claro]], al principio lo dudé porque era mi última noche en mi cama, pero al final acepté, me estaría mintiendo al decir que no quería dormir con ella y ya bastante tiempo tendré de dormir sola.
Nuevas reglas |
La reacción del que no tiene teléfono |
06h30: Mi alarma sonó y le gruñí, mi cama era el mejor paraíso del mundo, pero en un país como Venezuela al que madruga Dios lo ayuda muchísimo, así que salí de la cama mientras mi hermana aun dormía y me bañé, vestí y repasé mil veces la lista mental que tenía. Seguía teniendo la sensación de que algo se me quedaba, quizá fuera mi familia, pero a ellos no los podía embalar. Me cepillé los dientes mientras mi hermana nos decía que una amiga de ella había estado tres horas en una cola en dirección a la capital. Así que terminamos recalculando.
Ya en el carro, tuve un momento pequeño de pánico, creía que algo se había quedado y mis padres se alteraron y todos tuvimos un pequeño momento frenético, pero quedó en nada. Aun estoy pensando en qué pudo ser lo que se me quedó.
08h30 Mientras buscábamos a mi abuela – y me despedía de mi tío – revisamos la autopista por internet y terminamos tomando un camino alterno que resultó de maravillas, solo vimos un punto de control vial y ese ni siquiera se percató en nosotros.
Mi vida en maletas. |
Cuando la muy amable señorita me dice que estoy lista también agrega que debo entrar de inmediato a inmigración y continuar mi camino a suelo internacional porque es la instrucción de seguridad – al parecer están robando mucho en el aeropuerto – a lo que mi cara fue muy:
Espera, QUÉ? |
No a las 11h.
Ok, no entro en pánico. Le escribo a mi amiga que se apure, le digo a mi madre que le avise a mis tías que no es necesario que vayan. Y me preparo mentalmente porque el tiempo que me quedaba con mi familia ha sido reducido.
Nos tomamos fotos, hablamos poco y compartimos ese pequeño espacio de tiempo con nervios y ansias en el aire. Yo era 100% ansiedad. Mi amiga llegó a eso de las 11h20, saltamos, nos abrazamos y hablamos un poco mientras terminábamos de esperar.
Icónico mosaico en Maiquetía |
Le doy mi ticket al señor y me deja pasar, de repente es demasiado para mí. Mi papá me había ayudado con el bolso todo el rato y ahora tengo dieciséis kilos sobre mí, un bolso, dos chaquetas, los pasaportes y el boleto. Soy un desastre, se me cayó todo mientras pasaba por la puerta de seguridad y cuando tomó mis cosas del mostrador tengo un suéter que no es mío, pienso que es de mi abuela y se lo doy al guardia para que se lo entregue. Mis padres no tienen idea de lo que intento decirles mientras hago señas y solo se despiden con la mano.
Wiffey |
Fam |
PejeRepresentante <3 i="">3> |
Al final, ni siquiera era el suéter de mi abuela, así que continuo con mi travesía, ubico mi puerta de embarque – recomendación de mi padre – y busco la feria de la comida para comer algo – también recomendación de mi padre – pero al final no tengo apetito y me pongo a caminar por las treinta puertas que hay en el aeropuerto de Maiquetía. EL. PEOR. ERROR. DEL. MUNDO.
13h30 Para cuando regreso a mi lugar tenía hambre y me dolía la espalda y los brazos a horrores por el peso, con pesar me dirijo a comer – unas cinco puertas más allá de la mía y de regreso – y cuando le voy a dar un gustoso mordisco a mi sándwich, me llaman por el micrófono. Me congelé. Es la primera vez que hago un viaje internacional sola y las otras veces que he viajado jamás me habían llamado; me estaba haciendo la novela mental de que me habían implantado drogas en la maleta mientras hablaba con la señorita que me decía que la acompañara junto a otros seis pasajeros para una inspección de la maleta. Se me quitó el hambre mientras caminaba ocho puertas y unas escaleras con mi pesado equipaje de mano hasta lo que parece un estacionamiento, allí un militar en un segundo se encarga de destrozar el plástico que le había puesto a mi maleta y las horas de trabajo doblando y enrollando ropa en mi cuarto.
Una vida después – o 20 minutos en tiempo mortal – peleo con mi maleta para que se cierre. Todo está bien. Nadie me plantó drogas y puedo tener hambre otra vez. El militar lo que me preguntó fue porque llevaba tanto chocolate.
14h10 Regreso a mi oh, tan cómodo asiento y me harto de comida mientras espero para que nos llamen a abordar.
16h Desconecté el teléfono corriendo porque empezaron a llamarnos y se me olvidó avisar. Tenía que cargarlo y mi teléfono es casi un pisa papeles por lo que no puede estar prendido y cargar la batería al mismo tiempo. A penas se enciende entra una llamada de mi padre, ya están en el pueblo y aprovecho de contarles que voy abordando. Escribo tan rápido como puedo a todos los chat que veo abiertos mientras peleo con los dos bolsos, la maleta y las dos chaquetas. Pruebo mi fuerza cuando me toca subir al compartimiento del avión el bolso y la maleta desde mi pequeña estatura y lo consigo a la perfección. El vuelo sale sin un minuto de retraso. No consigo un puesto en la ventana y el chico que lo tiene no me lo quiere cambiar, pero no importa, estoy en el cielo.
Cuchitura |
A lo largo del día he sentido como me falta la respiración, es como si de repente todo fuera demasiado y mis pulmones no pueden hacer que el aire circule por ellos, dura unos cinco minutos y se va. No estoy triste, no lloré. Pienso que estoy obnubilada, que aun no creo que es verdad a pesar de estar sentada en un avión a 12192 metros de altura y a cuatro horas y cincuenta minutos de estar en Lisboa. Creo que en cualquier momento me voy a despertar.
Supongo que eso es lo que pasa cuando tus sueños se hacen realidad.
Lista para comerme el mundo. |
Canción: Airplanes - B.o.B feat Hayley Williams.