En tus
veinticuatro vueltas al sol has hecho mucho más de lo que muchas personas se
proponen en una vida entera. Tienes todo sin tener nada y la vida siempre te
sonríe, Dios siempre te da los mejores regalos y las lecciones más fuertes
cuando estás siendo necia.
Has
conocido mucha gente: personas maravillosas, amarillos, pejes, humanos,
vampiros y miles de otras clasificaciones que solo existen en tu telaraña
mental. Gente que pensaste siempre estaría junto a ti, gente que estabas
despidiendo desde que los conociste y personas que todavía te preguntas cómo es
que siguen en tu vida [pero igual les agradeces]. Te han agradecido, te han
llamado alma feliz y esperanza, te han dicho ingrata y malcriada. Te han dado
la oportunidad de amar y ser amada.
Te han
lastimado [un montón] y has llorado [aun más], has sentido ese dolor físico mítico
que describen en los libros que queda de una herida sentimental y te has
enfurecido tanto que has sentido el calor de la sangre en tus venas.
Pero sobre
todo, has amado. Sin medida y con ilusión, entregando todo y tomando saltos de
fe; te has parado ante la duda y has encontrado respuestas- Has reído hasta
llorar, hasta no poder respirar y estar mareada sin poder parar de reír. Has
comido delicias [y ranas] y dormido hasta que ya es hora de dormir de nuevo [y
por supuesto, continuaste durmiendo]. Y tu corazón de algodón ahora sale más a
pasear.
Has
cumplido tantos sueños y has tenido tantas aventuras que a veces miras en
retrospectiva y te preguntas si realmente pasó. Si te lanzaste en parapente en
una montaña congelada, si nadaste en las aguas más claras, si le pediste una
foto a un extraño simplemente porque era hermoso, si te tropezaste con un
famoso y no lo reconociste hasta que te fuiste, si besaste entre las estrellas…
Puede que
muchas cosas hayan cambiado en estos primeros veinticuatro ciclos, pero aun te emociona ir al aeropuerto
y tomar un avión, disfrutas de cada atardecer que atrapas, le haces muecas a
los niños en las calles, duermes boca abajo e intentas participar en toda
actividad posible. Y te encanta hacer sentir especial a las personas.
Hoy te
preguntas si está bien ser tan sincera en cada acción. En mostrar tus sueños y
esperanzas. En estar desnuda en un mundo de máscaras. En creer [[y esperar]] el
amor bonito. En vivir a flor de piel. Te preguntas qué hacer con las
expectativas y las cosas que no puedes controlar.
Pero al
final sonríes… Porque no hay nada mejor que ser como eres.
Porque tu
vida es tan buena que no quieres olvidar nada. Que guardas un montón de cosas para
recordar, que escribes, que tienes cápsulas del tiempo y que aun así te parece
que estás dejando atrás muchas cosas.
Que son
veinticuatro, que parecen tantos y a la vez tan pocos, que me hacen feliz y me
hacen soñar con el por venir.
Feliz
cumpleaños a mí.